Lo primero que debes tener en cuenta a la hora de arrendar, es que no estas arrendando cualquier cosa, estas arrendando TU PATRIMONIO.
Estas son claras señales de que esa persona puede convertirse en un “futuro tormento”.
NO QUIERE DAR REFERENCIAS
Cuando una persona se niega a dar referencias de cualquier tipo (laborales o personales) sospecha, si es una persona de “bien” no tiene por qué ocultar nada, además, uno como arrendatario debe tener claros los ingresos de quien va a tomar nuestro inmueble, para saber si su solvencia económica es suficiente para suplir las necesidades básicas (arriendo, servicios, comida entre otras). Si pone resistencia en este primer ítem, descártalo.
MUCHOS PAGOS POR ADELANTADO
En ocasiones escuchamos ofertas tipo: Pago tres meses por adelantado, desconfía, pues puede tratarse de una estrategia utilizada por “malos inquilinos”, para ganarse tú confianza, con grandes sumas de pagos por adelantado. Sin embargo, muchas veces esconde la intención de dejar de pagar una vez se cumpla el periodo de rentas canceladas. De nada servirá que te abone la renta de 6 meses al firmar el contrato si pasado ese tiempo no te vuelve a pagar más.
PEQUEÑOS RETRASOS
Una vez se firme el acuerdo de renta, no debes ser permisivo en cuanto a los pagos, pueda que el retraso sea de días pero si se pasa un mes, lo mejor es desalojar, es preferible perder un mes de arriendo que: “14 meses de renta atrasados”.
Por eso y para evitarte dolores de cabeza, adquiera la póliza de arrendamiento.
