1. Haz una lista de tareas:
Haz una lista concreta de cosas por hacer y táchalas una vez que las hayas realizado.
2. Aprende a decir que no
Puede que no te guste decepcionar a las demás personas, pero por el bien de tu productividad, en ocasiones debes aprender a decir que no. Es imposible complacer y cumplirles a todos. Si le dijeras que sí a todos y a cada uno de los favores que te piden, no tendrías tiempo de terminar tus pendientes.
3. Delega
Si tienes un equipo de trabajo a tu cargo, aprovéchalos al máximo. No sobrecargues a un solo integrante, delegar tareas les ahorrará mucho tiempo y optimizará los resultados.
4. Escríbelo todo
Por más que tengas una memoria prodigiosa, tener a la mano una libreta de apuntes o utilizar un block de notas te ayudará a no olvidar pendientes.
5. Utiliza horarios
Si tienes tareas que requieren de tu atención todas las semanas, asegúrate de programar un horario. En vez de tratar de encontrar algún espacio dentro de tu agenda para hacerlas, establece un horario determinado y cúmplelo.